Goya en tiempos de guerra

Este catálogo recoge la magna exposición sobre Goya celebrada en el Museo Nacional del Prado entre abril y julio de 2008 con motivo del 200 aniversario del 2 de mayo de 1808 y el inicio de la Guerra de la Independencia y con la idea de continuar anteriores proyectos dedicados a Goya por el Museo.

Goya en tiempos de guerra plantea una amplia reflexión sobre un período de extraordinaria creatividad en la larga trayectoria artística de Francisco de Goya, que abarca desde 1799, año en que fue nombrado primer pintor de cámara, hasta 1819, fecha en que cae enfermo y se retira de la vida pública, y, aunque la Guerra de la Independencia es parte central del argumento de esta obra, el arco temporal se amplía para englobar otras guerras y acontecimientos de esa época fundamentales para una total comprensión del entramado de fondo ante el que se perfila la vida y la obra del pintor. La figura de Goya se analiza a través de los estudios en profundidad de casi doscientas obras esenciales de este período, en los que se presentan las novedades descubiertas en una investigación previa que incluía la reunión de nuevos datos documentales y la realización de análisis técnicos y restauraciones de una parte de las obras expuestas, principalmente de los cuadros del Dos y Tres de Mayo de 1808.

El libro se divide cronológicamente en cuatro apartados, cada uno de los cuales presenta una de las etapas personales del artista, que además coinciden con períodos de la evolución histórica y política de ese tiempo.

El primer apartado, "1794-1799. Goya primer pintor de cámara", incluye las obras realizadas por Goya después de la enfermedad hasta su nombramiento como primer pintor de cámara, tanto los cuadros de gabinete, los dibujos y los Caprichos, que realizó de forma independiente, como los cuadros que pintó para una nueva clientela, entre la que destacan los duques de Alba y Godoy.

El segundo apartado, "1800-1808. Goya ante el nuevo siglo", engloba el período más brillante en la carrera de Goya, en que pintaba para los reyes, para Godoy y otras altas personalidades de su tiempo, por lo que el núcleo fundamental de la producción fueron los retratos.

El tercer apartado, "1808-1814. Los años de la Guerra de la Independencia", que se inicia con el retrato ecuestre de Fernando VII y culmina con los lienzos del Dos y Tres de mayo, incluye obras entre las que destacan los Desastres de la Guerra, de los que se presenta una numerosa selección de dibujos y estampas, con las mejores pruebas de estado.

Finalmente, el último apartado "1814-1820. Fatales consecuencias de la sangrienta guerra en España", se extiende desde el final de la guerra hasta finales de 1819, cuando el artista cayó enfermo. Figuran aquí sus últimos trabajos como pintor de cámara, retratos y obras religiosas, como la que sería su última obra pública, La última comunión de San José de Calasanz, así como sus trabajos independientes: la Tauromaquia, los Disparates y los álbumes de dibujos, en los que refleja sin censura sus ideas de esa época.